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INTRODUCCIÓN 

El tema de la guerra que Estados Unidos condujo contra México entre los años de 1846 a 1848, ha sido ya objeto de numerosas publicaciones de carácter histórico, por lo que pretendemos explicar esta guerra ubicándola en el contexto de las relaciones internacionales de ambos países, es decir conectándola con el fenómeno del expansionismo que si bien apareció en Europa a finales del siglo XV, Estados Unidos lo emprende a partir de su independencia en el siglo XVIII.

 

Este fenómeno fue el antecedente directo de la guerra contra México que culminó con la perdida del 55% del territorio nacional. En este marco del proceso de expansión imperialista analizamos las estrategias políticas y militares empleadas tanto por México como por los Estados Unidos. En esta misma vertiente se pretende señalar que se ha reconocido poco la importancia que esta guerra tuvo para ambas naciones, en tanto fue un paso en la ascensión de Estados Unidos para irse colocando como una gran potencia frente a las europeas y para México porque fue el indicio extranjero que más pérdidas le significo de todas las intervenciones que ha sufrido.

 

A pesar del tiempo transcurrido, este tema para nuestro país continúa siendo objeto de un debate acalorado y emocional dado que la guerra evidencio con toda su magnitud la falta de unión de los mexicanos, así como de las debilidades del Estado para la defensa que se atribuye a un legado colonial y a las divisiones internas existentes en ese momento.

 

No obstante, pese a la superioridad bélica, México tuvo la oportunidad de haber cambiado el curso de la guerra cuando el General Scott permaneció durante diez semanas en Puebla con el fin de descansar a las tropas y abastecerse de víveres. Sin embargo, México no ataco y permitió el avance hacia la Ciudad de México. Este momento de la guerra puso a flote las diferencias y rivalidades políticas de los dirigentes y militares del Ejército.

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IntervenciónNorteamericana 

Colegio América de Puebla 

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